Desnudez

Siempre me gustó verle desnudo,
en todo caso, era la única forma de verle.
Desnudo de historias, de rencores y malos ratos;
desnudo de recuerdos, de huellas e infernales juicios

Tarde entendí porque ese afán de desnudarle.
No era su piel o su virilidad, sólo sé que desnudo
despojado de odios, era la única forma de palpar su esencia,
la única manera en que podía acariciar y disfrutar de su preciosa alma.

Nunca se dejó ver, de no ser en esos instantes de desnudez
pero, llegó un día, en el que jamás soltó los demonios que le vestían,
Y  sin yo esperarlo, ni quererlo, ni soportarlo, la vida lo vistió para siempre,
con un traje invisible, de esos puros y blancos, imperceptible a los ojos del amor


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